28 de noviembre de 2017

Paredes alemanas

Según nuestra propia experiencia y la de muchos amigos que viven en este país, hay dos tipos de paredes alemanas, a saber:

Las indestructibles, esas que no importa lo mucho que intentes taladrarlas, no vas a conseguir perforarla más de medio milímetro.

Y las que con tan solo mirarlas ya se agujerean.

Quizás es un poco exagerado, solo un poco, pero necesito desahogarme. El otro día quisimos poner una pequeña estantería en casa y tardamos más en colgarla que en ir a Ikea, regresar y montarla.

Siempre que queremos colgar algo tenemos que armarnos de una infinita paciencia y asumir que quizás el lugar en que queríamos poner ese cuadro no va a ser posible. Y cuando digo cuadro digo poster clavado con chinchetas. Más de una vez hemos tenido que utilizar un martillo para poder introducir los escasos milímetros que cuenta ese objeto dentro de la pared. Imagino que será un muro de carga de hormigón armado reforzado con criptonita, por lo menos. Cuando das con una de esas paredes todo ha acabado, olvídate de poner algo ahí.



Por otro lado están las paredes hechas de un material voluble. Tengo la teoría de que se mantienen en su posición gracias a la pintura, si no estuviesen pintadas ya se habrían evaporado. Comienzas a taladrar con una pequeña broca y antes de que te quieras dar cuenta ya tienes un agujero más grande que la puerta de Brandenburgo. Y obviamente un taco no va a hacer cuerpo ahí dentro jamás en la vida. Así que te quedas con cara de tonto sin saber muy bien que hacer observando tu reciente obra de arte y el bonito agujero te mira a los ojos con arrogancia y recochineo.

Muy pocas veces, y creo que puedo contar esas milagrosas ocasiones con los dedos de una mano y me sobran dedos, hemos conseguido poner algo en pared a la primera sin tener demasiados problemas. Sin crear un agujero negro sin fondo y sin intentar taladrar una pared que parece de diamante. Todo fue sencillo, como si de una pared española se tratase. Casi lloramos de alegría.

No sé si esto es solo cosa nuestra, que hemos tenido muy mala suerte en las, no sé, centenas de ocasiones en las que nos hemos encontrado en esta situación. Si son las paredes de Colonia o si es algo general del país.

Por eso, para no sentirme tan sola, ya sabéis lo que dicen, mal de muchos consuelo de tontos, me gustaría saber si vosotros también habéis tenido estas experiencias.

¡Decidme que no somos los únicos pringaos a los que nos pasa esto!

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¿Curioso? ¿Interesante? ¿Descabellado? Los alemanes nunca van a dejar de sorprendernos, siempre habrá algo nuevo que descubrir. Si quieres conocer más "alemanadas", esas costumbres de los alemanes que nos resultan curiosas, échale un vistazo a esta página.

¡Un saludo!

6 comentarios:

  1. ¿Y por ahí no se estila la cinta adhesiva de doble cara? Lo digo porque aquí anunciaban una, de Ceys creo que era, y la usaban para colocar una estantería...

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    1. Buenas C, pues quizás sí, aunque lo que más he visto es una especie de masilla. Pero de todas formas nada de eso aguanta para poner una estantería, eso pesa demasiado.
      ¡Un saludo!

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  2. Hola
    Es cierto que muchas paredes son de pladur, pero tienen varias capas y pueden alcanzar un grosor de 30 cm. La ventaja es que son superaislantes del ruido. En la casa que vivo (Hallbergmoos) no escucho absolutamente nada a mis vecinos. Las paredes de mi casa española son de papel y se oye todo. Preferiría tener este tipo de paredes en España aunque no pudiese colgar cosas.
    Un saludo

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    1. Buenas, Alfredo. Pues yo debo tener mala suerte, pues en la pared que da con el vecino no se pueden colgar cosas sin hacer un agujero enorme y además escucho todo. Debe de tener la tele ahí puesta y no me hace falta encender la mía para enterarme de las noticias.
      ¡Un saludo!

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  3. Yo me he encontrado siempre la opción 2, es decir, paredes DE MIERDA (con perdón) que nada más meter la broca del 6 consigues un agujero como si hubieras metido una broca del 12, inservible, donde el taco no agarra y tienes que armarte de paciencia haciendo más agujeros hasta conseguir uno que agarre. Pero luego, metes el taco, parece que va bien, cuelgas lo que sea y al apretar el tornillo, en vez de entrar, sale el taco hacia fuera. Un infierno!!!! (odio las paredes alemanas).

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    1. ¡Buenas! Desahógate con nosotros, no eres el único que las sufre. Son lo peor que existe.
      ¡Un saludo!

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¡Buenas!

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