31 de octubre de 2016

La hija de la Virgen María - Marienkind

A la entrada de un enorme bosque vivía un leñador con su mujer. La pareja tenía un solo hijo, una niña de tres años. La familia era tan pobre que carecían de pan diario para poder mantener a su hija.

Un día partió el leñador al trabajo lleno de preocupaciones y cuando se encontraba talando un árbol se apareció delante de él una bella y alta mujer que llevaba una corona que resplandecía como la luz de las estrellas.

— Soy la Virgen María, la madre de Cristo - le dijo al leñador - tú eres un pobre hombre necesitado. Tráeme a tu hija, me la llevaré, seré su madre y me ocuparé de ella.

El leñador obedeció, le entregó su hija a la Virgen María y esta se la llevó consigo al cielo.


A la niña le fue muy bien, comía pan con azúcar y bebía leche dulce. Sus ropas eran de oro y los angelitos jugaban con ella.
Cuando cumplió los 14 años la Virgen María la hizo llamar.

— Querida niña, tengo un largo viaje que hacer. Así que te dejo la custodia de las trece llaves de entrada al reino de los cielos. Doce de ellas puedes abrirlas y contemplar las maravillas que dentro se esconden. Pero la trece, a la que pertenece la llave pequeña, esa te está prohibida. Guárdate bien de abrirla, si lo haces te llegarán muchas desgracias.

La niña prometió ser obediente y en cuanto la Virgen María se marchó fue directa hasta el reino de los cielos.

Cada día fue abriendo una puerta hasta llegar a la número doce. En cada una de ellas había un apóstol rodeado de un gran resplandor. La niña quedó maravillada con toda la magnificencia y la suntuosidad con la que se iba encontrando.
Al final tan solo quedó la puerta prohibida por abrir y la niña tenía muchas ganas de saber que era lo que allí detrás se escondía.

Los ángeles habían ido acompañando a la niña durante todo el camino y cuando se encontraba delante de la última puerta se dirigió a ellos.

— No quiero abrirla del todo y tampoco quiero entrar, pero para ver qué es lo que hay dentro tengo que abrirla al menos un poco.
— ¡No! - gritaron todos los ángeles - Eso sería un pecado. La Virgen María lo ha prohibido y la desgracia vendrá rápidamente.

La niña no dijo nada y se quedó callada, pero la curiosidad y el deseo latían con tanta fuerza en su interior que no la dejaban tranquila.

Cuando los ángeles se fueron de allí pensó:

— Bueno, estoy completamente sola, podría echar un pequeño vistazo. Nadie se enterará si lo hago.

Sacó la llave, la introdujo en la cerradura y la giró. En ese momento la puerta se abrió de golpe y en medio del fuego y un luminoso resplandor apareció la Trinidad. La niña se quedó asombrada y durante unos segundos no fue capaz de reaccionar. Luego se acercó poco a poco, alargó un dedo y con cuidado tocó el resplandor, pero en cuento rozó la brillante luz su dedo se convirtió en oro.

Un gran miedo se apoderó de la niña, cerró con fuerza la puerta y corrió de allí. Pero aun así el miedo no quiso apartarse de ella, sin importar lo que hiciese su corazón latía con intensidad y no podía apaciguarlo. Su dedo también permanecía dorado, y por más que lo lavó y frotó no consiguió regresarlo a la normalidad.

26 de octubre de 2016

Invasiones bárbaras - Godos. Visigodos

Continuando con la historia de Alemania, que más bien se está convirtiendo en un repaso a la historia del continente europeo, vamos con otro pueblo bárbaro, los godos.

El pueblo godo proviene del sur de Suecia, no sabe qué fue lo que les hizo emigrar a tierras más al sur, pero seguramente, igual que pasó con los cimbrios y los teutones alguna helada, un largo y frío invierno arruinaría todo el cultivo y decidieron trasladarse a algún lugar con un tiempo más favorable.

Durante muchos siglos los godos vivieron en relativa paz en las costas del Mar Negro, al este del río Dniester. En lo que sería la actual Ucrania y Moldavia. Y digo en relativa calma, porque a pesar de ser un pueblo agrícola y comerciante no tenía problemas en tomar las armas y realizar excursiones de pillaje por las zonas de los alrededores.

Como el resto de pueblos bárbaros, no tenían un rey único. El pueblo godo estaba compuesto por un sin fin de clanes y los jefes de estos clanes eran los que tomaban decisiones en consenso.

Allá por el siglo III se produjo una separación en este pueblo, los godos del oeste, llamados Visigodos que se asentaron en la antigua provincia romana de Dacia (lo que actualmente sería Moldavia y Rumania), entre el Dniester y el río Danubio y los godos del este, los ostrogodos, que se quedaron al otro lado del río río Dniester. Aunque todos ellos seguían hablando el mismo idioma y tenían la misma religión no compartieron el mismo destino.


En esta ocasión nos vamos a centrar en los visigodos y su historia.

Como ya hemos dicho, los visigodos fueron un pueblo agrícola libre, lo que significa que no respondían ante nadie y eran ellos mismos los que se encargaban de su propia protección. Por su ubicación justo al norte de la frontera con el Imperio Romano, eran la primera defensa de Roma ante los invasores del norte, aunque eso no significa que la relación del pueblo visigodo con el Imperio fuese precisamente buena.

A pesar de ser un pueblo fuerte, a finales del siglo IV los hunos invadieron sin ninguna piedad el territorio de los Visigodos. ¿Morir a mano de los hunos o pedir asilo en el Imperio Romano? Se encontraban entre la espada y la pared.

En tiempos de guerra era tradición en el pueblo visigodo la elección un líder que los comandase, y en esta ocasión el elegido fue Fritigerio. Este decidió emigrar a tierras más meridionales, en principio más seguras, así que hizo un pacto con Roma. El por aquel entonces emperador romano Valente les aseguró que les dejarían traspasar las fronteras del Imperio y les darían sustento y provisiones. Pero a cambio debían de entrar a formar parte del ejército romano.

A los visigodos nunca les gustó este pacto, pues la entrada en el Imperio significa la obligada aceptación de las culturas de Roma, su religión y tradiciones, pero a pesar de que a nadie le gustaba esta imposición tuvieron que aceptarlo.

Así fue como miles de personas se dirigieron al sur en busca de refugio. Pero al llegar a la frontera con Roma no se encontraron con lo que se les había prometido.

Las guarniciones romanas no estaban preparadas para acoger la gran cantidad de refugiados que habían llegado y la comida comenzó a escasear muy pronto.
Muchos romanos aprovecharon la desesperación del pueblo godo para conseguir esclavos a precios irrisorios. Para poder sobrevivir los visigodos llegaron a intercambiar a sus propios hijos por perros con los que al menos podrían alimentarse.

24 de octubre de 2016

Der Himmel über Berlin


Nombre original: Der Himmel über Berlin

Nombre en español: El cielo sobre Berlín o Las alas del deseo

Dirección: Wim Wenders
País: Alemania, Francia
Año: 1987
Género: Drama
Duración: 127 minutos


Bruno Ganz como Damiel
Otto Sander como Cassiel
Solveig Dommartin como Marion


La película se sitúa en Berlín durante la época del Muro. En ella dos ángeles sobrevuelan y observan la ciudad, su gente y las situaciones que viven.
Tan solo los niños pueden ver a los ángeles, y aunque estos desean poder interactuar con todos aquellos que observan tan solo pueden limitarse a darles protección y reconfortarlos en los malos momentos.
Uno de los ángeles llega más allá y su deseo por vivir una vida real le lleva a sacrificar su inmortalidad.


Me la habían recomendado tantas y tantas veces que no dudé en verla, aunque al principio lo de que fuese en blanco y negro no me atrajo mucho.
Y bueno, la fotografía me encantó, las imágenes de Berlín son preciosas y las escenas en la biblioteca me parecieron impresionantes.

Pero la película en sí... la tuve que ver en dos veces de lo que me aburrí. He visto películas lentas, pero esta me pudo. No sé, todas esas frases poético-filosóficas me resultaron un tanto soporíferas y la trama tampoco me convenció. El planteamiento me gusta, es original y está bien hilado, la idea de que los ángeles están a nuestro alrededor y velan por nosotros me gusta mucho. Pero aun así no terminó de llegarme.
Quizás sea demasiado profunda para mí.


De todas formas, aunque personalmente no me haya gustado en exceso, la recomiendo al 100%. Hay tantas opiniones dispares sobre esta película que merece la pena verla para poder opinar por uno mismo.

Unos años más tarde se realizó una continuación con algunos de los actores de esta película, se llama In weiter Ferne, so nah! (¡Tan lejos, tan cerca!), pero no tuvo tanto éxito como la primera.
En 1998 se rodó en Estados Unidos una nueva versión de la película original, City of Angels donde actúan Meg Ryan y Nicolas Cage.

Seguro que habrá gente que no le guste mi no demasiado buena crítica, pero hay gustos para todo.
¿Habéis visto la película? ¿Qué os ha parecido? Me gustaría leer todas las opiniones, tanto buenas como malas, siempre es interesante ver el punto de vista contrario.

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Desgraciadamente el cine alemán no es famoso en el mundo entero, y debido a eso mucha gente se pierde grandes películas y series. Si no te quieres perder ninguna de estas obras pásate por esta página.

Un saludo!!


19 de octubre de 2016

Nebenan.de

Hace un par de semanas nos dejaron en el buzón de casa una invitación de lo más peculiar. Se trata de una especie de red social para los vecinos de nuestro barrio en la cual se comentan las novedades que hay y donde la gente puede preguntar por recomendaciones, tanto de médicos, niñeras y restaurantes.

Para asegurarse de que tan solo los residentes de esa zona son los participantes de ese grupo, en el papel nos dieron una clave para introducir cuando nos registremos. Pero si no hemos recibido ninguna invitación tenemos la opción de mandar una foto de una carta en la que se vea nuestra dirección. Así estamos seguros de que no se meten "extraños" y todo queda realmente en el barrio.

La página se llama nebenan.de y por lo que he visto está activa en bastantes ciudades de Alemania.


Nosotros nos hemos registrado en la de nuestro barrio, y la verdad es que funciona bastante bien. La gente regala o vende objetos o muebles que no necesitan, se ofrecen para cuidar a los niños cuando las guarderías están cerradas y hasta se realizan quedadas en los bares de la zona. La verdad es que aún no hemos asistido a ninguna, pero por la pinta que tiene, parece que es un grupo bastante activo, al menos en nuestro barrio y se puede conocer mucha gente, con la gran ventaja de que sabes que viven cerca.

No sé si a vosotros os habrá llegado la invitación al buzón y si en la ciudad en la que vivís también hay un grupo creado, pero no se pierde nada por intentarlo, seguro que si os animáis a crearos una cuenta podéis encontrar algo interesante, ya sea conocer a los vecinos o un nuevo armario.

¿No sería genial poder celebrar tu cumpleaños en casa sin miedo a que el vecino te llame a la puerta, porque el vecino ya está en la fiesta? El último finde nos pasó esto y aunque pusimos el cartel correspondiente que nos "disculpa", a las 8 de la tarde los vecinos ya estaban diciendo que el volumen estaba muy alto...

¿Conocíais esta página? ¿Estáis registrados? Nuestra experiencia de interacción es bastante baja por falta de tiempo, pero si alguien es activo en ella me encantaría que nos contase que tal funciona.

Un saludo!!



17 de octubre de 2016

Weimar


Weimar es una ciudad del estado federado de Thüringen, Turingia conocida por su gran legado cultural.
Se encuentra situada en el valle del Ilm, a 24km de la capital del estado, Erfurt y a casi 300km de Berlín.
Tiene una población de unos 65.000 habitantes. El prefijo telefónico de la ciudad es el 03643 y la matrícula de los coches que están registrados en la ciudad es la WE.

Se cree que el nombre de Weimar deriva de las palabras del alto alemán, wih, que significaba sagrado o templo, y mar, lago o mar, es decir, lago sagrado.

El primer registro que se conserva en el que se nombra esta ciudad data del siglo IX bajo el nombre de actum Wimares. En el año 984 se la nombraba in Wimeri. Unos años más tarde pasó a ser llamada Wimari. A principios del siglo XVI se la conocía como Wymar, y no fue hasta 1556 cuando se instauró el nombre con el que actualmente se la conoce, Weimar.

Por los restos arqueológicos encontrados en la ciudad sabemos que la zona fue habitada por el hombre desde la prehistoria, pero hasta no fue hasta bien entrada la Edad Media cuando Weimar se convirtió en una población importante.

Se podría decir que todo comenzó en el siglo XVI con la llegada del pintor alemán Lucas Cranach el Viejo. Era un artista muy conocido y valorado en su época, por lo que su mudanza a Weimar supuso el impulso necesario para que comenzase a convertirse en la ciudad de la cultura alemana por excelencia.

A principios del siglo XVII el duque Guillermo IV fundó la Fruchtbringende Gesellschaft (Sociedad Fructífera), también conocida como Palmenorden (Orden de las Palmas). Fue la primera academia de la lengua alemana, con la que se pretendía preservar, estandarizar y promover el alemán.

En 1707 Johann Sebastian Bach llegó a Weimar y aunque en aquella época su fama no era como la que actualmente posee, siempre fue un compositor muy respetado y apreciado por aquellos que entendían del tema. Por lo que su estancia en la ciudad ayudó a aumentar el prestigio de la ciudad.

Aunque la Edad de Oro de Weimar comenzó con el reinado del gran duque Carlos Augusto, que tuvo como preceptor al alemán Christoph Martin Wieland, un poeta que tuvo una gran influencia en la literatura alemana de su época.

Unos años más tarde llegó Johann Wolfgang von Goethe, el mayor representante de la literatura alemana, sería algo así como el Cervantes español. Su estancia en Weimar aumentó aún más el valor cultural de la ciudad que con el paso de los años fue en aumento hasta convertirse en la ciudad de la Cultura.

Friedrich Schiller, Wagner, Franz Listz y Nietzsche fueron otras de esas importantes "mentes pensantes" que llegaron a Weimar atraídos por las oportunidades que la ciudad ofrecía.

En el año 1918 el Imperio alemán perdió la Primera Guerra Mundial, esto supuso la caída del ducado de Weimar y la unión de la ciudad a Alemania.

Al año siguiente, en 1919 Walter Gropius fundó la Bauhaus, una escuela de arquitectura que en poco tiempo se hizo tremendamente popular, atrayendo una gran cantidad de estudiantes de arte, arquitectura e ingeniería civil entre otras especialidades. En la actualidad esa escuela aún se encuentra en activo pero la ciudad de Dessau.

Ese mismo año, en 1919, se celebró en Weimar la Deutsche Nationalversammlung, la Asamblea Nacional, en la que se aprobó el Tratado de Versalles y se redactó la Constitución que dio inicio al nuevo gobierno, denominado República de Weimar, el cual se mantuvo desde ese año hasta el 1933, cuando se instauró el nacionalsocialismo.

La importancia de la ciudad no decayó durante el nazismo, de hecho Hitler realizó una ampliación y rediseño de la ciudad. Cerca de Weimar se construyó el campo de concentración de Buchenwald, uno de los más grandes que había en Alemania.

Durante la Segunda Guerra Mundial los Estados Unidos bombardearon la ciudad en repetidas ocasiones y la gran mayoría de los edificios quedaron destruidos.

Cuando Alemania estuvo dividida en dos, Weimar quedó en la zona de la DDR, pero a pesar de esto en la actualidad quedan muy pocas huellas de la típica arquitectura soviética, la ciudad era considerada como una de las joyas de la Alemania Oriental y todo fue reconstruido lo más fielmente posible.

En 1996 la UNESCO declaró algunos edificios de la Bauhaus como Patrimonio de la Humanidad, y dos años más tarde un conjunto de edificios denominados como Weimar clásico se añadieron a la lista.

Weimar fue declarada Capital Europea de la Cultura en el año 1999.


La estación se encuentra a poco más de 15 minutos andando del centro de la ciudad.



13 de octubre de 2016

Contratos

Es por todo el mundo sabido que a la hora de firmar un contrato hay que tener mucho cuidado, leerlo todo bien y no pasar por alto la temida letra pequeña.

Como en todos los países, en Alemania firmar un contrato para contratar un servicio o para inscribirse en algún tipo de asociación, siendo lo más típico un gimnasio, es tremendamente sencillo. No es más que echar una firma y listo. Pero ¿nos hemos enterado de todo lo que ahí dicen?

Algunas veces el vocabulario que se usa en los contratos es un tanto complicado e incluso los propios alemanes pueden llegar a tener problemas para entenderlo. Así que nosotros, que no lo manejamos tanto como ellos...

Nunca firméis nada sin que os lo hayan explicado bien, pues nunca se sabe lo que puede esconder una pequeña preposición delante de un verbo. Pensamos que lo conocemos y en realidad nos estamos metiendo en un callejón sin salida. Os pongo un ejemplo un tanto extremo, pero que se va a entender bien.
Bringen - traer.
Si nos ponen en el contrato mitbringen, que significa traer uno mismo todo va bien, pero pueden liárnosla mucho.
Umbringen significa matar... tan solo hay una minúscula variación, pero el significado cambia por completo.
Así que leedlo todo lo mejor que podáis y si no entendéis algo no lo supongáis, estas cosas no se pueden entender por el contexto, buscad ayuda.


Una de las cosas más importantes a la hora de firmar un contrato es saber cómo rescindirlo. No hay nada estipulado legalmente, al menos que yo sepa, por lo que esta clausula queda a libre decisión de la empresa. Pero lo más normal y con lo que más me he encontrado ha sido con los contratos de un año que si no avisas de la cancelación tres meses antes de que se cumpla el año te alargan el periodo del contrato otro año más.

Dejadme que lo repita.

Si tres meses antes de que se cumpla el año no avisamos de que queremos cancelar el contrato, este se alargará de forma automática durante un año más.

Y si se nos ha pasado el plazo de los tres meses va a ser muy, pero que muy complicado rescindir el contrato antes de que ese año pase. Tan solo conozco dos posibles opciones para que nos lo cancelen al mes siguiente, a saber:

10 de octubre de 2016

Casos del alemán - Genitivo

Hace ya unos meses vimos los tres casos anteriores del alemán, es decir, nominativo, acusativo y dativo. En esta ocasión vamos a por el último de ellos, el genitivo.

El genitivo nos indica propiedad, a quien pertenece algo.


Para averiguar que palabra es la que se encuentra declinada en genitivo tendremos que preguntar:
¿De quién? ¿De qué?

En alemán:
Wessen?
Y la respuesta que obtengamos será la parte que estará en genitivo.

La mayor característica de este caso es que los sustantivos en genitivo llevan una -s al final.
Das ist Marias Buch. / Ese es el libro de Maria.

Por lo tanto, si preguntamos ¿de quién es el libro? Maria sería la respuesta, que es el genitivo de esta oración, por lo tanto es la palabra que lleva la "s" añadida.
Pero esta "s" también la llevan los pronombres que son masculinos y neutros, solo ellos.

Al igual que con el resto de casos, para declinar en dativo hay que seguir una serie de reglas ya establecidas:


Das ist die Freundin meines Bruders.
Esto es la novia de mi hermano.
¿De quién es la novia? De mi hermano. La palabra hermano es masculina, y siguiendo la tabla anterior, 1ª persona singular, masculino: meines. Y por último tendremos que añadir la "s" al vocablo en genitivo ya que es un pronombre masculino, que en esta ocasión es Bruder, Bruders.

Cuando la palabra acaba en s, ß o z al final se le añadirá una "-es".
der Einfluss – des Einflusses.

Cuando las últimas palabras son varias consonantes también se recomienda añadir la "-es".
das Geschenk – des Geschenkes
der Hund - des Hundes
das Kind - des Kindes

Dort steht das Auto seiner Schwester.
Allí está el coche de su hermana.
¿De quién es el coche? De tu hermana, genitivo femenino. Usando la tabla anterior vemos que la 3ª persona singular masculino con la palabra en femenino se declina con el seiner, y como Schwester es femenino no tenemos que añadir ninguna terminación.

Habréis visto que el artículo en genitivo también cambia. Los masculinos y los neutros pasan a ser des y los femeninos y plurales a der.
Die Farbe des Autos ist grün.
El color del coche es verde.

¿De quién es el color verde? Del coche, que es el genitivo. Y como es neutro, por eso se pone el "des".

Pero como no podía ser tan fácil, hay veces en las que la "-s" añadida es sustituida por un "-n" o "-en".
Nombres masculinos que acaban en e: der Junge – des Jungen.
Nombres masculinos que acaban en ent: der Assistent – des Assistenten.
Y las mayores excepciones: der Herr – des Herrn, der Mensch – des Menschen.

Para declinar adjetivos en genitivo tendremos que seguir esta tabla:


Ich bin der Besitzer eines kleinen Hundes.
Soy el dueño de un pequeño perro.
¿De qué soy dueño? De un pequeño perro, genitivo.
Perro es masculino, por lo tanto usaremos la primera opción. Pero como la palabra termina en "-nd", es recomendable no terminar tan solo en "-s", sería difícil de pronunciar, por lo tanto se añade la "-es".

Como vimos en el primer ejemplo de todos; Das ist Marias Buch, a los nombres propios se les añade una "s", pero por lo general se suele hacer con la preposición "von".

Das ist das Buch von Maria.
Cuando el nombre propio acaba en s, ß o z no se añade otra "s", sino que se escribe un apóstrofe, Franz´Buch.

Algunas preposiciones rigen genitivo y como tal debemos de declinarlo todo según este caso, como puedan ser:
aufgrund (a causa de), während (durante), trotz (a pesar de), innerhalb (dentro de), statt (en lugar de), außerhalb (fuera de), wegen (por culpa de).

No son las únicas preposiciones que rigen genitivo, pero son las más comunes y utilizadas.

Probablemente me haya dejado algunas cosas acerca del genitivo, pero creo que con esto podemos manejarnos bien con este caso.

Personalmente me parece uno de los casos más complicados, pero por suerte es el menos usado, al menos de forma cotidiana prácticamente nadie lo utiliza. Es mucho más común verlo de forma escrita. A excepción de las preposiciones que rigen genitivo, estas siempre se deben declinar en su forma adecuada.

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Todos aquellos que no hemos aprendido el alemán desde pequeños sabemos lo difícil que puede resultar este aprendizaje, pero no es imposible, eso te lo aseguro. Pincha aquí para ver todas las lecciones que ya hemos visto.

¡No desistas! Al final lo conseguirás.

Un saludo!!


6 de octubre de 2016

Johann Sebastian Bach


Johann Sebastian Bach nació el 21 de marzo de 1685 en Eisenach, una ciudad del actual estado federado de Thüringen, Alemania.

Murió el 28 de julio de 1750 en Leipzig, en el estado de Freistaat Sachsen, Alemania.

Fue un compositor, organista, kantor y maestro capilla alemán. Considerado por muchos como el mejor compositor de todos los tiempos.

Johann Sebastian Bach nació en el seno de una familia de tradición musical. Hacía ya varias generaciones que los Bach se dedicaban a la música, y aunque ninguno de sus antepasados llegó a ser un famoso compositor, si que tenían el suficiente talento como para poder vivir de la música de manera holgada.

El amor que los Bach profesaba por la música no murió con Johann Sebastian, de esta familia salieron 7 generaciones de compositores dotados, y más de 50 de sus miembros fueron reconocidos en su tiempo.

Desde pequeños todos los Bach fueron introducidos en el mundo de la música, y en el caso de Johann Sebastian no fue distinto. Con pocos años su padre, Johann Ambrosius, se dio cuenta del talento musical innato que poseía su hijo y le instruyó en la música hasta que en 1694 el progenitor de los Bach murió y los dos niños pequeños de la familia, Johann Jacob y Johann Sebastian , fueron acogidos por su hermano mayor, Johann Christoph, que trabajaba como organista en Ohrdruf.

A pesar de que el sueldo de su hermano no era bajo no daba para pagar la manutención de todos los niños a su cargo, por lo que Johann Sebastian ingresó en el Gimnasium de Ohrdruf donde se dice que terminó sus estudios dos años antes que el resto de sus compañeros.

En 1700 se marchó a Lüneburg, pues había sido aceptado en el coro infantil de la Ritterakademie. Aquí recibiría un sueldo suficiente para su manutención. Pero su estancia en Lüneburg fue muy corta, a los pocos meses de llegar la voz de Johann Sebastian cambió y dejó de ser apto para cantar en el coro infantil. Por ello tuvo que ganarse la vida como músico acompañante. También impartió clases de violín.

Para continuar con su formación musical se trasladó durante un tiempo a Hamburgo, donde se puso bajo las órdenes de Adam Reincken, uno de los más reputados violinistas de aquellos años.

Durante esta época frecuentó a menudo la corte de Celle, donde se comenzó a familiarizar con la música francesa. En estos años escribió su primera cantata.

En 1703, cuando tenían 18 años fue admitido como violinista en la corte del duque de Weimar. Y pocos meses después fue nombrado organista en la ciudad de Arnstadt.

El cargo de organista no terminó de entusiasmar al joven Bach y poco tiempo más tarde dejó el puesto, pero estos años no fueron del todo infructíferos, pues fue cuando escribió la Tocata y fuga en re menor, BWV 565.


En 1707 se casó con su prima María Bárbara, con la cual tuvo 7 hijos. Ese mismo año obtuvo el cargo de organista en la pequeña ciudad de Mühlhausen, pero su estancia en esta ciudad fue muy corta, un año más tarde dimitió de su puesto y se trasladó a Weimar, donde consiguió el cargo de segundo Konzertmeister.

En Weimar trabajó hasta el 1717 y en estos años escribió una ingente cantidad de composiciones. Una de las obligaciones que se especificaban en su contrato era la creación de una cantata nueva al mes, y después de 9 años, eso son muchas obras. Desgraciadamente a nuestros días no han llegado prácticamente ninguna de esas composiciones.

En 1717 se mudó a Köthen y durante su estancia en esta ciudad compuso tres de sus obras más aclamadas, los Conciertos de Brandemburgo, La pasión según San Juan y El clave bien temperado.


En 1720 María Bárbara murió de forma repentina, Bach quedó desolado, pero tenía cuatro niños pequeños a su cuidado, por lo que tuvo que salir adelante. Como era normal en la época, al poco tiempo volvió a casarse, esta vez con Anna Magdalena Wilcken, que resultó ser una excelente compañera de vida, con la que tuvo trece hijos, además de ser una dotada cantante.

En 1723 obtuvo el puesto de Kantor en la ciudad de Leipzig. Estos años fueron tiempos agridulces pues aunque las funciones religioso-musicales en las iglesias de Santo Tomás y de San Nicolás le permitían dar rienda suelta a su creatividad también tuvo que aceptar tareas pedagógicas en la escuela de Santo Tomás y la enseñanza no era el punto fuerte de Bach.

Durante este tiempo fue el encargado de dirigir el coro de los alumnos y todos los domingos debían interpretar una nueva cantata. Esto dio como resultado casi 300 obras nuevas, pero a nuestros días tan solo han llegado algo más de la mitad de todas esas composiciones.

A pesar del ingente trabajo que tenía como Kantor y sus funciones de padre, pues nunca dejó de inculcarles a sus hijos su pasión por la música, fue en esta época cuando escribió sus obras más reconocidas, La pasión según San Mateo, Magnificat en re bemol mayor, el Oratorio de Pascua y el de Navidad, entre otras muchas obras.


Y en 1736 terminó la Misa en si menor que le sirvió para agrandar un poco más su renombre.

Desde hacía varios años sufría problemas en los ojos y tras dos operaciones fallidas acabó completamente ciego. Aunque eso no apagó sus ganas de componer. En sus últimos años de vida dictó las Variaciones Goldberg, la segunda parte de El clave bien temperado y en su lecho de muerte creó El arte de la fuga.

Murió el 28 de julio de 1750 debido a una apoplejía.

En vida fue un reconocido compositor por todos los entendidos en el tema. Los mismísimos Mozart y Beethoven se declararon admiradores de sus obras.

Durante muchos años los propios hijos y nietos de Bach recopilaron y transcribieron muchas de sus obrar y gracias a estos y todos los admiradores que poseía dentro de aquel mundo, su música no cayó en el olvido.

Su nombre comenzó a sonar entre el público en general 52 años más tarde de su muerte cuando se publicó una biografía suya. Pero la gran fama llegó unos años más tarde, cuando en 1829 Felix Mendelssohn realizó en Berlín una magnífica representación de su obra la Pasión según San Mateo, y gracias a ello sus obras dejaron de ser tan solo cosa de entendidos.

Fue en aquel entonces cuando su obras se comenzaron a extender por todo el mundo.

En la actualidad tanto su imagen como sus composiciones se han utilizado en innumerables ocasiones. Desde sellos con su busto hasta calles que llevan su nombre. Por tener, existe hasta un asteroide en su honor (1814) Bach y en el planeta Mercurio hay un cráter Bach.

Se han realizado varias recopilaciones de sus obras y su biografía ha sido llevada al cine o al teatro en numerosas ocasiones.

Creo que no hay nadie que no haya escuchado alguna vez alguna de las obras de este compositor. No importa que no escuchemos música clásica de forma habitual, ya que muchas de sus obras han sido utilizadas en anuncios de televisión.

De todas sus obras mis preferidas son:

Conciertos de Brandenburgo - BWV 1046-1051
Tocata y fuga en re menor BWV 565
Suites para violonchelo solo BWV 1007-1012
Suites para orquesta, BWV 1066-1069

Os dejo un video con una pequeña recopilación de 10 de sus obras más conocidas.


¿Cuál es la obra de Johann Sebastian Bach que más os gusta?

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Si quieres conocer más famosos que nacieron en Alemania no dudes en pasarte por esta página: Celebridades alemanas.

Un saludo!!


3 de octubre de 2016

Camareros de una Brauhaus

Por normal general todo trabajador que se encuentra de cara al público suele tener una sonrisa y buenas maneras, suele...

Está claro que en todos lados hay gente para todo y el cupo de camareros / dependientes / oficinistas desagradables no es exclusivo de Alemania. No os dejéis engañar por los estereotipos y prejuicios, a no ser que el sujeto en cuestión haya tenido un mal día, si entras con una sonrisa en este país te van a responder con lo mismo. Solo hay una excepción a esta regla, a saber, los camareros de las cervecerías.

Las Brauhaus alemanas son lugares peculiares hasta para el servicio.


Los camareros no colocan los posavasos en las mesas, los bolean desde un extremo como si de un frisbie se tratase y la cara que te pondrán cuando les dices que en lugar de la cerveza que ya lleva en la mano prefieres una botella de agua será digna de retratar. Si aún no te quedan fuerzas prueba a decirle que además quieres agua sin gas...

Nunca lo olvidaré;
Entramos con un grupo de amigos en una céntrica cervecería de Colonia, una de las chicas se va al baño justo antes de pedir y nos dice que si viene el camarero le pidamos agua, sin gas, por supuesto.
Al poco llega al camarero con la típica cesta de cervezas en la mano, bolea los pasavasos, como es tradición y comienza a repartir cervezas sin decir nada.

— Perdona, sobra una cerveza, ¿puede traernos una botella de agua sin gas?

El camarero nos mira ojiplático, se da la vuelta y en voz en grito anuncia.

— ¡Atención! No os lo vais a creer, ¡por aquí quieren agua!

Todo aquel que se encontraba en la cervecería en ese momento le oye y se nos quedan mirando. El restaurante en silencio y de la barra se oyen salir unas risitas, que son acompañadas por un grupo de alemanes que ya llevaban alguna que otra cerveza.

Con paso altivo el camarero abandona la mesa y tras el bochorno que nos ha dejado no estamos del todo seguros de si vamos a recibir el agua.

Pero sí, regresa con el agua, y como no podía ser de otra manera, con gas.

— Disculpe, habíamos dicho sin gas - nos atrevemos a decir.

Y para qué queremos más. Vuelve a girarse al público y grita.

— ¡Y encima la quieren sin gas!

Carcajada general por parte de todos los camareros de la Brauhaus, junto con los clientes más "avanzados".

— No tenemos agua sin gas - nos dice de forma contundente.

Y se marcha tal cual.

Unos minutos más tarde llega la propietaria del agua, y cuando ve que es con gas.

— ¡Ey! Había dicho que sin gas - dice un poco mosqueada.
— ¡Cállate y bébetelo!


Creo que nunca volveremos a ir a esa cervecería, por muy céntrica que esté.

Y es que, cuanto más céntrica sea la cervecería más posibilidades tienes de encontrarte con uno de estos camareros, pues ¿qué más les da a ellos el trato? Es un sitio turístico, no tienen que hacer que la gente venga otra vez, mañana habrá un nuevo grupo, al que seguirá otro, y otro y otro.

Hace un tiempo un alemán me contó que en realidad es todo teatro, es tradición que los camareros de las cervecerías sean así de desagradables. Cuando estos establecimientos eran más posadas que cervecerías los trabajadores eran los encargados de mantener el orden en sus locales, es decir, controlar a los borrachos, y eso no se consigue con sonrisas y buenos modos. Y aunque actualmente la gente se suele controlar algo más, el mar carácter ha quedado incrustado en el oficio de camarero de cervecería.

La verdad es que no sé si me tomó el pelo, pero son tantas las veces en las que nos han tratado mal en estos restaurantes que realmente puedo llegar a creérmelo. Aunque algunas veces son tan desagradables que es imposible que alguien lo haga por trabajo, uno tiene que ser borde de naturaleza.

Curiosamente todas las veces en las que no han tratado mal han sido hombres, bien es cierto que suele haber más camareros que camareras y quizás los vestidos que llevan las mujeres hacen que la sonrisa aflore...

Hace un par de semanas nos volvió a pasar una historia parecida, estamos en Düsseldorf, en otra céntrica cervecería:

Entramos un grupo de españoles con la intención de comer a las 2 de la tarde. La carta de comida que nos dan es tremendamente escasa, unos panecillos y algún que otro entrante más ¿dónde están los codillos y las salchichas?

— Disculpe ¿esto es lo único que hay en la carta para comer?
— Lo que hay ahí es lo que tenemos - nos responde el bien cortante.

Se va y nosotros seguimos confundidos, es muy raro que solo tenga eso.

Cuando el camarero regresa con las bebidas volvemos a preguntar.

— ¿De verdad solo tienen eso?
— Lo que veis es lo que hay - dice más borde aún.

No nos convence nada, pero una de las chicas con las que íbamos ya había estado allí y se había comido un plato contundente, no como lo que había en esa carta.

Por tercera vez le preguntamos al camarero.

—Perdone, pero yo he comido aquí otro tipo de platos.
— Lo que tenéis en la carta es lo que hay - responde por tercera vez, pero añade - Hay otra carta a partir de las 6 de la tarde.

¿Tan difícil era decir eso desde el primer momento?

Nuestro plan de comer quedó truncado, pagamos y nos fuimos. Con el trato tan amable que nos habían dado, la propina fue nula. Al salir el camarero nos siguió hasta la calle y nos gritó varias veces "¿de verdad?" ¿Que pretendías? Con esos modales y esa forma de hablar te doy las gracias por educación, que yo si tengo.

Y si tan mal nos tratan ¿porqué volver? Pues porque son los mejores sitios para probar la comida y la cerveza de la ciudad. Si quieres conocer la gastronomía del lugar las Brauhaus son la mejor opción ya que siempre tienen platos regionales.

Por suerte no todas las cervecerías son así, cerca de nuestra casa hemos encontrado una Brauhaus en la que los camareros son muy agradables y siempre que tenemos visita los llevamos allí. Está lejos del centro y estos sí que necesitan que la gente regrese pues se mantienen gracias a los que viven en la zona. Pero poco importan sus motivos para ser agradables, desde el momento en el que no me lanzaron el posavasos me ganaron.

Lo he comentado con bastante gente y todo el mundo piensa lo mismo de estos lugares, ¿qué experiencias habéis tenido vosotros? ¿Algo digno de comentar? Bueno o malo... quizás sea que yo soy una paranoica y a vosotros nunca os han tratado mal en una Brauhaus.

Un saludo!!